El documental lo recuerda a través de testimonios de supervivientes. Y llega a una conclusión. La reconciliación es casi imposible. “La realidad es que hoy los tutsis copan todos los puestos de control de Ruanda y someten a los otrora represores hutus a una absoluta opresión. El ciclo hutu-tutsi sigue su curso, dos pueblos enfrentados en una misma nación”, concluyen los autores en este trabajo. “Nadie habla. Nadie confía en nadie”, explica uno de los protagonistas.
Es una pieza audiovisual que mezcla imagen en movimiento, fotografía y música, y que acompaña a un relato escalofriante de 15 minutos en el que hablan personas como Euginie Nyira Kimuzanye, que tiene la cabeza marcada por un machetazo que no llegó a matarla. O Joseph Buigirio, que narra cómo sobrevivió escondido bajo un banco a una matanza de 2.500 personas en una iglesia.